No nos vaciaron todo
Las torcacitas no paraban de tener familia, explotaba el jardin de flores, de verde -«Bordado parece», me alabaron el trabajo de años y años.
Entre tanto nido, uno nuevo en el rellano del ventanal, dos huevitos y muy campante, instalándose a esperar, la torcacita me miraba, me miraba.
Un dia fue dibujo, otro, mantel para infinitos Peisaj-Pascuas / Rosh-Hashone-Año Nuevo, el tercer dia fue foto en contraluz, en el fondo, la sopera de Eva, mi bobe-abuela, ella había nacido en Rovne. Yo, en plena feliz efervescencia elaborando mermeladas caseras, como homenaje a la bobe las denominé «DERROVNE» y fué venderle a la embajada de Nueva Zelanda ( las de naranjas amargas ).
En esos meses visualizo un frasco vacio con la etiqueta OPETKA y la larga cucharita, OPETKA, nombre de la fábrica de pectina de Otto Frank, papá de Ana, pectina para elaborar perfectas mermeladas.
El cuarto dia lo llevé a la tabla y fue abrir la puerta al dolor encimado, el quinto dia volvió a la mesa como instalación.
El sobretodo impecable lucido con orgullo, la empresa de mudanzas Pauls. Apenas los judíos eran deportados, aparecía Pauls u otra, vaciaba la vivienda, la desnudaba, así, mancillaron, eliminaron cultura, poesía, vidas, millones de vidas, así la máquina de la muerte fue frenada casi tarde, así se gritó y se grita
NO NOS VACIARON TODO
Soporte:
Tablas 80 x 60 cmTécnica:
Técnica mixtaPeriodo:
2014 / 2016Fecha:
24/05/2021.